sábado, 20 de noviembre de 2010

CAPITULO 19

Zoro se dejo caer sobre la roca, con la mano en la cabeza. Se estaba derrumbando. La arqueóloga sintió la necesidad de acercarse al guerrero y demostrarle su apoyo, pero desistió cuando comenzó él comenzó a hablar entre lágrimas:

- Es algo que no comprendo,- logró decir Zoro, con la mirada vacía -. Cada vez que me acuerdo...,- una lágrima cae sobre la roca -. Cuando me miro al espejo, o reflejado en el agua, me doy asco. No sé cómo pudo pasar, es algo totalmente antinatural. ¿Yo, enamorado de otro hombre? Kuina fue, es y será siempre mi verdadero amor. Sanji no es más que un amigo, un compañero de fatigas y batallas. Como tú. Como Nami. Como Luffy. Como todos. Y no me voy enamorando de todos vosotros. Sanji es mi amigo, nada más. Pero...

- Pero el estar tanto tiempo juntos ha hecho que afloren sentimiento nuevos en ti, ¿verdad?,- responde Robin, mientras hace florecer unos brazos de la roca para abrazar y calmar a Zoro. Éste asiente vergonzoso y sollozante -. ¿Y por qué no se lo dices a él? Lleva desde aquella noche buscándote para hablarlo, pero tú siempre le has dado largas. ¿Por qué?

- ¿Por qué?,- Zoro la mira fijamente -. ¿Quieres saber por qué?,- Robin asiente, intrigada. Pero Zoro es interrumpido por una explosión lejana.

Al oír aquella explosión, Chopper, Sanji y Ussop vuelven, asustados, su rostro hacia donde está atracado el barco.


-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¡Por Alá y Mahoma!,- exclama Ussop -. ¿No me digáis que...?

- ¡Sí!,- responde aterrado Sanji -. ¡Ha sido el barco!,- pero el semblante del cocinero se vuelve más pálido -. ¡Nami!,- y sale corriendo el dirección a la explosión. Los otros dos le siguen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario