sábado, 14 de abril de 2012

CAPITULO 9

- Nos has tenido muy preocupados,- Chopper le toma la tensión -. Has perdido mucha sangre, y la herida era bastante profunda. Creí que te nos ibas,- Zoro miraba su regazo, absorto en sus pensamientos -. ¿Qué ha pasado? Has estado inconsciente varios días.

- No ha pasado nada, Chopper...,- murmura Zoro.

- Pero...

- Nada.

- Bueno, al menos, gracias a Sanji, sabemos algo...,- Zoro se vuelve al joven reno, atemorizado.

- ¿Có...cómo que Sanji os lo ha contado?

- Sí.

- ¿Y qué... qué es lo que os ha contado?

- Lo de la pelea que has tenido,- ¿Pelea? -. Por eso no estabas en la boda ni en el barco. Nos contó que logró encontrarte en el bosque porque te encontraste al fin con ese tal Mihawk del que tanto hablas, y que la pelea fue épica. Recibiste muchos golpes, y conseguiste devolvérselos a ese guerrero, pero consiguió darte este corte tan feo. Por suerte, Sanji estaba allí y consiguió salvarte. Si no hubiese sido por él, ahora estarías muerto,- Chopper se interrumpe momentáneamente unos segundos para retener sus lágrimas -. Todos estos días que has estado inconsciente no se ha separado de tu lado en ningún momento. Estaba muy preocupado por ti. Nosotros le pedíamos que descansara un poco, que nosotros le relevábamos, pero no quiso hacernos caso.

- ¿Sa...Sanji ha estado aquí todo este tiempo?,- pregunta Zoro, entre sorprendido y contento.

- Sí. Los ocho días que has estado inconsciente. No se movió de esa silla,- Zoro mira la silla que señalaba el renito, la misma donde estuvo Sanji apostado a su lado.

- Sí...,- murmura Zoro, tratando de evitar mostrar sus sentimiento -. Sanji, en el fondo, es un gran amigo...

- ¡Bueno!,- suspira Chopper, quitándose el estetoscopio -. Tu corazón va recuperando su fuerza. Si todo va como hasta ahora, en una o dos semanas volverás a estar como antes,- el silencio se hizo de repente. Chopper y Zoro se quedan mirándose a los ojos. El renito comienza a formar una angustiosa mueca, desembocando en un gran abrazo y empapando el pecho del espadachín con sus lágrimas -. Por favor, Zoro, no vuelvas a hacernos esto. Si tienes una batalla, avísanos para ayudarte, aunque te siente mal. Somos tus amigos, y estaremos siempre contigo.

Zoro le acaricia el lomo, mientras dibuja una sonrisa pacificadora en su rostro.

- Lo siento...,- murmura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario