miércoles, 11 de agosto de 2010

CAPITULO 2

Sanji echó todas las especias que pudo en la comida, pero ninguno de aquellos olores amortiguaba el aroma que le golpeaba en el cerebro. Sin darse cuenta, se puso una de sus camisas. Cuando se dio cuenta, se puso una propia, pero aquel aroma penetró tanto en su nariz y en su cuerpo que le llegaba a marear. Decidió entonces dejar su mente en blanco y centrarse en la comida. Se notaba que tenía maña en la cocina, no en vano fue el maitre del restaurante de aquel viejo lobo que le crió como un hijo.

Cuando ya estaba todo a punto, se dirigió a la puerta y gritó a sus compañeros

- ¡A comer!

Todos se volvieron.

Sanji apenas terminó de llamarles cuando dos cuerdas elásticas anclaron en la borda del barco. Sanji se asustó. Se quedó petrificado. Al final de esas cuerdas había un cuerpo que se acercaba muy rápido, como volando, hasta que choca con él. Sanji cae al suelo por el impulso. Se lleva la mano a la cabeza. Encima suya estaba Luffy, con su inocente sonrisa. Le miraba a los ojos.

- ¿No podrías relajarte un poco más cada vez que te llamo a comer?,- Sanji estaba enfadado.

- Perdona Sanji, pero es que tengo mucha hambre.

Luffy corre a sentarse en la mesa. Sanji se levanta, ayudado por una nube de brazos que salen de la cubierta.

- Gracias, Robin-chan,- responde Sanji a su amiga, en la orilla, con los brazos cruzados hacia arriba y los ojos cerrados.

Chooped y Usoop llegan corriendo a la cubierta. Nami, Zoro y Robin se toman su tiempo. Sanji ayuda a las dos mujeres a subir. Zoro da un salto para abordar el barco. Todos entran en el comedor. Nami, Sanji, Robin y Zoro entran con asombro.

- Chicos, dejadnos algo a nosotros para comer,- reprende Nami.

Luffy, Chooped y Usoop estaban despachando la comida servida en un abrir y cerrar de ojos.

- Chicos...,- Nami insistía.

Zoro se adelanta, en silencio y con parsimonia. Se adelanta hasta la mesa, delante de sus hambrientos compañeros. Con tranquilidad, separa unos milímietros la empuñadura de una de sus katanas de la vaina. Y en un movimiento rápido, clava la katana en la mesa, a escasos centímetros de los otros tres. Éstos dejan de comer al momento, con el rostro asustado. Levantan su rostro hasta llegar al de Zoro. Éste seguía tranquilo, aunque se veía ciertos amagos de enfado.

- Gracias Zoro,- responde Robin al pasar a su lado para sentarse. Zoro se sienta a su lado. Sanji retira cortésmente la silla de delante de Robin. Nami se sienta y le da las gracias. Sanji sirve la comida. Nami da una palmada cuando Sanji le sirve. Su rostro se ilumina.

- ¡Se ve delicioso, Sanji-kun!

- Gracias, Nami-chan.

Todos comen mientras rien las gracias de Luffy, Chooped y Usoop. Nami y Robin sonríen, Zoro dibuja en su rostro la desesperación, y Sanji les recrimina sus gracias.

No hay nada como una comida entre amigos. Las conversaciones fluyen como el cauce de un río, se divierten, planean el día, discuten qué hacer el siguiente... Cuando el sol ya abandona su verticalidad, los comensales se desplega sobre el barco. Nami va su camarote a revisar las cartografías, Robin acude a la biblioteca a seguir leyendo aquél libro que tanto la está absorbiendo, Zoro sube a lo alto del mastil a hacer guardia, Usoop baja a la bodega a seguir con sus inventos y sus armas, Chooped va a la pequela enfermería del barco a probar ciertos experimentos con una planta extraña que ha encontrado en la isla donde están anclados, Luffy..., bueno, Luffy está en una hamaca. Y Sanji termina por recoger la mesa y lavar los platos. Cuando acaba, suspira.

- Tengo que decírselo,- piensa. Entonces se levanta de la silla donde estaba sentado pensando y sale del comedor.

1 comentario:

  1. mmm qe tiene qe decir sanji-kun y a quien mmm...

    me encanta como escribes aitor enserio!! :D

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