sábado, 30 de junio de 2012

CAPITULO 20

Chopper entró en el cuarto. Lo que vio le dejó perplejo. Se quedó inmóvil como una estatua.

- Zo... Zoro... Pero... Tú...,- corre hacia la cama, donde Zoro se hallaba acostado -. ¡Dios, Zoro! ¡Estás empapado en sudor y jadeando! ¿Te encuentras bien? ¿Te pasa algo?

- No... no es nada, Chopper. Acabo de tener una pesadilla. Eso es todo,- responde Zoro.

- Me había asustado,- el renito respira aliviado -. ¿Y Sanji? Dijo que se quedaba para cuidarte,- Chopper lo busca.

- ¿Sa... Sanji? Oh... Pues... (Rápido, Zoro, piensa algo creible) Pues estará en la cocina, ¿dónde si no?

- Cierto,- sonríe Chopper, infantilmente -. Bueno...,- Chopper le toma el pulso -. Aún sigues alterado. Descansa un poco, relájate, que en un rato vuelvo para hacerte un pequeño chequeo,- y sale del cuarto.

Cuando cierra la puerta, Zoro deja escapar de su boca un fuerte suspiro de relax al tiempo que cierra los ojos. Pero ese momento relajante es interrumpido por una voz en off.

- ¿Ya se ha ido?

Zoro abre los ojos, sobresaltado. Al momento, mira debajo de la cama.

- Sí. Ya puedes salir.

De debajo de la cama sale, arrastrándose, Sanji, aún desnudo, con la ropa en la mano.

- Por muy poquito...

- Nos ha ido por un pelo...

Los dos se quedan frente a frente, con la cabeza gacha, sonrojados.

- La próxima vez debemos tener más cuidado...,- murmura Zoro.

- ¿Próxima vez?,- pregunta Sanji, extrañado -. ¿Quién ha hablado aquí de próximas veces?

Zoro le mira, sorprendido.

- Perdona... Yo...

Sanji ríe.

- Tranquilo, marimo,- y se despide de él con un breve beso.

- ¡Namicita! ¡Ven a saludar a tu señor esposo!,- se le oye gritar al salir del camarote. Zoro se tumba en la cama, dejándose llevar por los recuerdos de ese momento de pasión incontrolable de hace unos instantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario